Materiales:
- Un globo.
- Papelillo.
- Un marcador permanente.
- Una prenda de algodón.
- Papelillo.
- Un marcador permanente.
- Una prenda de algodón.
Procedimiento:
El primer paso es inflar el globo y anudarlo. A continuación, ponemos una buena
cantidad de papelillo a lo largo de una mesa o en el mismo suelo y pasamos el
globo un par de centímetros por
encima. ¿Qué ocurre? Nada, el globo no se come el papelillo :(
¿Qué pasa? ¡Pues que el globo no tiene boca! Así que el siguiente paso es pintarle con el marcador una gran boca y un par de ojitos. La boca tendrá también unos buenos dientes, así que el último paso es "limarlos" con una prenda de algodón. Simplemente frotamos la boca del globo contra esta prenda durante aproximadamente un minuto y... ¡listo!
Ahora sí, volvemos a pasar el globo por encima del papelillo y... ¡se lo come! Podremos comprobar cómo un montón de trozos se quedan pegados en la boca. ¿Cómo es posible que un globo sea tan glotón?
¿Qué pasa? ¡Pues que el globo no tiene boca! Así que el siguiente paso es pintarle con el marcador una gran boca y un par de ojitos. La boca tendrá también unos buenos dientes, así que el último paso es "limarlos" con una prenda de algodón. Simplemente frotamos la boca del globo contra esta prenda durante aproximadamente un minuto y... ¡listo!
Ahora sí, volvemos a pasar el globo por encima del papelillo y... ¡se lo come! Podremos comprobar cómo un montón de trozos se quedan pegados en la boca. ¿Cómo es posible que un globo sea tan glotón?
Explicación:
Cuando le
hemos "limado los dientes" a nuestro particular globo, lo que hemos
hecho en realidad ha sido cargarlo
de electricidad estática. Como hemos visto en algún otro experimento de física, cuando
frotamos un globo con una prenda de lana o incluso con nuestro propio pelo coge
una carga negativa.
Así, atraerá todo
aquello que sea de carga positiva y
lo suficientemente ligero,
como es el caso del papelillo.
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